¿Y si mi hijo/a tiene altas capacidades?
Las altas capacidades intelectuales son un tema que despierta tanto interés como interrogantes. En general, se refiere a personas con un rendimiento intelectual superior al promedio, lo que incluye habilidades excepcionales en una o varias áreas. Sin embargo, las altas capacidades no son solo un número elevado en un test de coeficiente intelectual, sino un conjunto de características complejas que abarcan la creatividad, el pensamiento crítico y la motivación para aprender.
¿Qué son las altas capacidades?
Las altas capacidades no son un fenómeno uniforme; pueden manifestarse de muchas maneras. Incluyen desde el talento específico en música o matemáticas hasta la sobredotación, que implica un desarrollo avanzado en varias áreas. Expertos como Álvaro Barrera Dabrio y Ángela Fernández Rodríguez destacan que cada niño con altas capacidades es único, y no todos presentan las mismas fortalezas ni enfrentan los mismos retos.
Primeras señales de detección
Detectar las altas capacidades a temprana edad puede marcar una gran diferencia en el desarrollo de los y las menores. Algunas señales comunes incluyen:
- Aprendizaje temprano: Niños/as que aprenden a leer, escribir o contar antes que sus compañeros/as de clase.
- Curiosidad insaciable: Preguntas constantes sobre el mundo que los rodea y un deseo de entender cómo funcionan las cosas.
- Pensamiento crítico: Habilidad para analizar situaciones complejas y ofrecer soluciones creativas.
- Memoria excepcional: Capacidad para recordar detalles específicos y relacionarlos con nuevos aprendizajes.
- Sensibilidad emocional: Una mayor empatía y preocupación por cuestiones éticas o sociales.
Según Mª Begoña Cañete Chalver, muchas veces estas características pueden confundirse con conductas problemáticas o incluso con diagnósticos erróneos como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Por ello, es crucial contar con profesionales que puedan realizar una evaluación adecuada.
El papel del sistema educativo
El sistema educativo juega un rol fundamental en el desarrollo de los menores con altas capacidades, pero también enfrenta retos significativos. Aunque algunos países han implementado programas para identificar y apoyar a estos estudiantes, a menudo la falta de formación docente y recursos limita su eficacia.
Los colegios tratan de adaptar el contenido de las clases para que no se aburran en clase y los programas de enriquecimiento son estrategias clave para atender las necesidades de estos estudiantes. Otra de las claves para trabajar con los estudiantes con altas capacidades, siendo también enriquecedor para el resto de la clase, es el trabajo por proyectos. Esto puede incluir:
- Agrupaciones flexibles: Permiten que los niños/as trabajen con compañeros/as de un nivel similar en determinadas asignaturas.
- Aceleración: Avanzar a un nivel superior en una o varias materias.
- Proyectos interdisciplinares: Retos que integren diferentes áreas de conocimiento para estimular su creatividad y pensamiento crítico.
Expertos como Barrera Dabrio subrayan que un enfoque inclusivo, que fomente la colaboración entre estudiantes con distintas capacidades, puede enriquecer tanto a los más pequeños con altas capacidades como a sus compañeros/as.
Estrategias para padres y madres
Los padres y madres desempeñan un papel esencial en el desarrollo de las altas capacidades. Algunas estrategias que pueden implementar son:
- Fomentar la curiosidad: Responder a las preguntas que sus hijos e hijas les hacen y animarles a explorar temas de interés.
- Proporcionar recursos: Libros, documentales, talleres y actividades extracurriculares que les permitan expandir sus conocimientos.
- Establecer redes de apoyo: Buscar grupos o asociaciones de familias con niños/as de altas capacidades para compartir experiencias y recursos.
- Promover el equilibrio: Animarlos a disfrutar de actividades recreativas y sociales, evitando la sobreexigencia.
- Acompañamiento emocional: Escuchar sus inquietudes y ayudarles a gestionar posibles frustraciones o sentimientos de aislamiento.
Es importante que las familias no vean las altas capacidades como una etiqueta, sino como una parte del desarrollo integral del niño.
Altas capacidades y autoestima
Aunque las altas capacidades pueden parecer algo positivo para el desarrollo del menor, también pueden generar desafíos emocionales. Algunos menores se sienten diferentes de sus compañeros, lo que puede afectar a su autoestima. La presión para cumplir con las altas expectativas también puede ser abrumadora.
Es fundamental que reciban apoyo para desarrollar una autoestima saludable. Esto incluye:
- Reforzar sus logros sin centrar toda su identidad en su rendimiento.
- Ayudarles a aceptar que cometer errores es parte del aprendizaje.
- Promover la inclusión y el respeto en sus relaciones sociales.
Mitos sobre las altas capacidades
En torno a las altas capacidades existen numerosos mitos que dificultan su comprensión. Algunos de los más comunes son:
- «Todos los niños con altas capacidades sacan buenas notas»: No siempre es así. Muchos niños se aburren en clase o no se sienten motivados por un sistema que no se adapta a sus necesidades.
- «No necesitan ayuda porque son muy inteligentes»: Aunque tienen grandes capacidades, también necesitan apoyo emocional, social y educativo.
- «Son soberbios o arrogantes»: En realidad, muchos son extremadamente sensibles y tienen una gran empatía.
- «Solo destacan en áreas académicas»: Las altas capacidades pueden manifestarse en el arte, el deporte o la resolución creativa de problemas, entre otras.
- «No tienen problemas sociales»: Algunos niños pueden sentirse aislados o tener dificultades para relacionarse con sus pares.
Reflexiones finales
Las altas capacidades son una parte fascinante y compleja del desarrollo humano. Reconocer y atender las necesidades de estos niños y niñas es una tarea compartida entre familias, educadores y la sociedad en general. Como destacan expertos como Álvaro Barrera Dabrio, Mª Begoña Cañete Chalver y Ángela Fernández Rodríguez, comprender las altas capacidades desde una perspectiva más general es clave para potenciar su desarrollo.
Es esencial deshacerse de los mitos, apoyar emocionalmente a los niños y proporcionarles las herramientas necesarias para crecer y contribuir a la sociedad de manera significativa. Solo así podremos garantizar que estas mentes brillantes tengan la oportunidad de alcanzar su pleno potencial, en equilibrio con su bienestar emocional y social.
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