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Blog 28. La crianza, estilos de crianza y beneficios

La crianza se puede definir como el conjunto de prácticas, valores y estilos de interacción que las figuras de referencia emplean para guiar el desarrollo físico, emocional, social y cognitivo de un niño/a. Este proceso está influenciado por factores como la cultura, la personalidad del niño/a y de las figuras de referencia y las circunstancias del entorno, así como el estilo de crianza que se elija en este acompañamiento.

Los estilos de crianza, han sido ampliamente estudiados por la psicología, entre los autores más destacables, la psicóloga del desarrollo Diana Baumrind investigó esta temática, observando la interacción de más de 100 niños en edad preescolar con sus personas de referencia, y, entrevistando a cada uno de ellos. A través de estos estudios, emergieron 3 estilos educativos o de crianza, publicando: Child Care Practices Anteceding Three Patterns of Preschool Behavior. Unos años más tarde, Maccoby y Martin ampliaron el trabajo de Baumrind y desarrollaron el cuarto estilo de crianza, el estilo indiferente o negligente.

Estilos de crianza tradicionales

  1. Autoritario: Caracterizado por normas estrictas, altas expectativas y poca flexibilidad. Los padres suelen imponer disciplina sin espacio para el diálogo, lo que puede llevar a que los niño/as desarrollen inseguridades, dado que nunca han tenido en cuenta sus emociones, o rebeldía con dificultades para tomar decisiones. Si metafóricamente, pensamos en la crianza como el proceso de andar en bicicleta, podríamos asemejar unos padres que nunca sueltan a su hijo/a para que ande de forma autónoma, por lo que, ese niño/a tendrá muchas dificultades para equilibrarse solo en la bicicleta.
  2. Permisivo: En este caso, los padres son muy tolerables y establecen pocas reglas. Aunque hay una gran muestra de afecto, la falta de límites claros puede resultar comportamientos impulsivos y dificultades para asumir responsabilidades por parte de los hijo/as. Teniendo en cuenta la metáfora anterior, si los padres dejaran hacer lo que el hijo quiera, quizás se divierta un rato, pero también podría chocar o frustrarse.
  3. Negligente/indiferente: Este estilo se caracteriza por una falta de atención, implicación y supervisión. No muestran ningún cariño o disciplina. Los padres están emocionalmente distantes, lo que puede provocar en los niños sentimientos de abandono y problemas en el desarrollo de la autoestima. A nivel metafórico se podría asemejar a unos padres que no muestran interés en cómo su hijo/a monta en la bicicleta, sin implicarse en su aprendizaje, ni mostrando pautas ni refuerzos por cómo lo desempeña. Este estilo puede generar que el niño/a se caiga y/o pueda hacerse daño.
  4. Democrático: Considerado el más equilibrado. Los padres combinan expectativas claras con apoyo emocional. Establecen límites, pero también fomentan la independencia/autonomía y el diálogo, promoviendo un desarrollo saludable en los niños. Los estudios muestran que los niño/as criados con este estilo educativo gozan de una mayor autoestima y se sienten cómodos expresando sus opiniones. Teniendo en consideración el aprendizaje de montar en una bicicleta, son aquellos padres que dan confianza, acompañan, explican, sostienen… y poco a poco lo dejan intentarlo solo. Posiblemente el niño/a aprenderá a pedalear con seguridad.

Las propuestas actuales

Actualmente, existe una aproximación que va más allá de las categorías tradicionales. Estos nuevos enfoques se basan en la crianza respetuosa, donde se prioriza la empatía, la comunicación y el respeto mutuo entre padres e hijo/as.

Elementos claves de los nuevos estilos de crianza

  1. Empatía: Ponerse en el lugar del niño/a para comprender sus emociones y perspectivas. Esto facilita una conexión más profunda y una respuesta más adecuada a sus necesidades.
  2. Comunicación abierta: Fomentar un diálogo sincero donde los hijo/as se sientan escuchados y valorados. Esto fortalece la confianza y permite resolver conflictos de manera constructiva.
  3. Flexibilidad: Adaptarse a las circunstancias y reconocer que cada niño/a es único. Evitar rigideces permite responder de manera más efectiva a las situaciones que surgen en la crianza diaria.
  4. Autocuidado parental: Reconocer la importancia de que los padres también cuiden de sí mismos. Un padre o madre equilibrado emocionalmente está mejor preparado para enfrentar los desafíos de la crianza.

Beneficios de los nuevos estilos de crianza

Adoptar este enfoque puede traer múltiples beneficios:

  • Desarrollo de la autoestima: Los niño/as se sienten valorados y respetados, lo que fortalece su confianza en sí mismos.
  • Habilidades sociales sólidas: Al experimentar una comunicación abierta en casa, los niño/as aprenden a interactuar de manera efectiva y respetuosa con los demás.
  • Resiliencia: La flexibilidad y el apoyo emocional les enseñan a enfrentar y superar adversidades.
  • Relación padre-hijo fortalecida: La empatía y el respeto mutuo crean un vínculo más profundo y duradero.

Libros

Algunos de los autores destacables en los nuevos estilos de crianza:

  • Ser madre es fácil (cuando no tienes hijos). Autora: Sara Noguera.
  • ¡Hola, familia! Autor: Álvaro Bilbao.
  • El cerebro del niño explicado a los padres. Autor: Álvaro Bilbao.

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