Las distorsiones cognitivas forman parte del procesamiento de la información. Cuando hablamos de la mente y como esta interpreta la realidad, hablamos de que puede interpretarla de forma “adaptativa” y “desadaptativa.”
Lo adaptativo es aquel pensamiento que favorece nuestra adaptación al entorno, es un pensamiento generalmente positivo, correcto, que analiza la realidad tal y como es y la comprende sin filtro. Por otro lado, la interpretación desadaptativa es aquella que no lee la realidad como es, generalmente la asocia a algo negativo y pone filtros muy densos, desdibujando lo que es real y lo que no.
Los “filtros” que ponen las interpretaciones desadaptativas comúnmente son llamados Distorsiones cognitivas. Es decir:
Las distorsiones cognitivas son interpretaciones desadaptativas y por lo tanto errónea que sucede a la hora de analizar la información que recibimos.
La presencia de las distorsiones cognitivas suele están influenciada por el autoconcepto existente y afecta directamente al mismo. Es crucial identificar si poseemos estas distorsiones, analizarlas y cambiarlas.
Para ello, aprenderemos que tipos hay, como afectan al procesamiento de información y finalmente, que hacer una vez las hemos identificado.
Para conocer las distorsiones cognitivas empezaremos hablando de la sobre generalización, que es una de las distorsiones cognitivas mas comunes. Esta suele darse cuando tenemos una experiencia negativa en una situación concreta, ya sea una ruptura amorosa, una discusión con alguien… o bien fracasemos en algún intento, oposiciones, el carné de conducir… la distorsión cognitiva de la sobre generalización hace que creamos que esa situación va a repetirse constantemente y anticipamos que en situaciones similares en el futuro tendremos el mismo resultado. Ejemplo: “Nunca podré sacarme la oposición” “Nadie va a quererme nunca.”
En este sentido existe también el pensamiento dicotómico de todo o nada; este pensamiento lo que hace es considerar únicamente los dos extremos, sin tener el abanico de posibilidades que existe entre ambos. Este pensamiento nos adjudica evaluaciones que no resultan ni realistas ni justas. Por ejemplo, una persona acostumbrada a notas elevadas podría pensar “si no saco matricula, soy una fracasada.”
El catastrofismo también es una distorsión cognitiva común que nos lleva a pensar que lo peor ha sucedido o va a suceder, llevando siempre a catástrofes. Esto lleva a exagerar de forma negativa una hipótesis de futuro, hasta creerla real. Estas catástrofes suelen estar muy alejadas de la realidad y generar un estado ansioso en la persona. Por ejemplo: “Manuel aún no ha venido… ¿Y si se ha muerto?”
Focalizar en lo negativo es una distorsión cognitiva que provoca la concentración solo en una de las partes del mensaje, la negativa. A la hora de recibir una información por parte de otra persona o bien únicamente recibe la crítica, el mensaje negativo o bien reinterpreta la información para volverla negativa. Por ejemplo, a Paula su novio le ha dicho que “hoy está muy guapa”, Paula ha interpretado que nunca esta guapa.
La personalización es otra distorsión cognitiva común, que hace que la persona que la sufre se adjudique la responsabilidad de todos los eventos negativos que hay a su alrededor y sobre los que no tiene ningún control. Por ejemplo; “Ojalá no llueva” Y llueve, se cree que se ha “gafado” y que es culpa suya que esté pasando eso. Algo mas común es cuando una persona se encuentra mal y la creencia es “Está enfadado conmigo”.
Otra distorsión cognitiva común es la etiquetación, en la cual se asigna una etiqueta o bien a una persona o a nosotros mismos, justificando y asociando cualquier conducta o comportamiento a dicha etiqueta, sin buscar cambiarla, asumiéndola como algo real e inamovible. “Soy un idiota, por eso siempre caigo en mentiras…”, “Es un niño malo, por eso siempre rompe cosas.”
El Debería es una distorsión cognitiva bastante habitual, donde nosotros nos ponemos unas expectativas u obligaciones, que generan exigencia y presión muchas veces injusta o irreal. Se cree que las situaciones que se atraviesan “deberían” ser de una forma que no están siendo, o que se “debería” actuar de una forma en la que no se esta actuando. Generalmente provoca malestar en la persona.
Finalmente, la lectura de mente, que consiste en creer que sabemos que piensan los demás a ciencia cierta, incluso cuando no hay pruebas para sustentarlo. Estas asunciones suelen ser negativas, y perjudican la autopercepción de la persona.
Como podemos ver, las distorsiones cognitivas son comunes y provocan un gran malestar en aquellas personas que lo padecen… normalmente la presencia de distorsiones cognitivas puede simbolizar un problema aún mayor y para trabajarlas es crucial apoyarse en profesionales de la psicología.
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