El suicidio y la ideación suicida son temas de preocupación social, que cada vez tienen mas resonancia en las instituciones y aun así existe un gran desconocimiento sobre la materia por parte de los ciudadanos.
¿A que se debe esto? Desde luego, no es un tema agradable ni de hablar, ni de pensar, del que hay muy poca información en los medios y que cuando aparece algún caso se ve como algo inexplicable, vergonzoso y complejo. Pero… ¿Qué pensarías si te digo que la prevención del suicidio inicia en hablar del mismo?
Es muy bien conocido el “efecto llamada” y, erróneamente, se cree que hablar del suicidio aumenta la consumación del mismo. Nada mas lejos de la realidad; brindar información, recursos y acompañamiento está mas que demostrado que previene el acto suicida. Por ello, cada vez más, se generan campañas de prevención en diferentes entornos (Televisión, educación…)
Durante esta entrada conoceremos algo más sobre el suicidio, sus señales de alerta, sus factores de riesgo y su prevención.
Pero entonces; ¿Qué es el suicidio? ¿Cómo se define?
El suicidio es una actuación con un resultado letal, que es iniciado y realizado por la persona, que sabe y espera el resultado letal de su acto y a través del cual pretende tener los cambios en su vida que desea (OMS, 1986). Otra definición es aquella que define el suicidio como el resultado final de un conjunto de ideaciones y conductas que realiza la persona conociendo su resultado.
A continuación vamos a resaltar la importancia de diferenciar el suicidio de la ideación suicida, que son los pensamientos acerca de la voluntad de quitarse la vida, con o sin planificación o método, y la amenaza suicida que se considera la expresión verbal, directa o indirecta en la que una persona manifiesta la posibilidad de una conducta suicida en un futuro próximo.
Ahora que sabemos en que consiste el suicidio y los conceptos que le rodean, podemos hablar de los factores de riesgo. Los factores de riesgo son aquellas características que posee una persona que pueden aumentar o facilitar la probabilidad de que sufra un intento de suicidio o cometa, en este caso, suicidio.
Poseer factores de riesgo no indica que vaya a pasar con seguridad, pero facilita la labor de identificar los riesgos y promueve el ser mas agiles identificando las señales de alarma que a continuación expondremos.
Primero, los factores de riesgo que mas presencia suelen tener en la conducta suicida son:
- Intentos previos de suicidio.
- Antecedentes y experiencias familiares relacionadas con el suicidio.
- Presión social relacionada con la orientación sexual o la identidad de género.
- Presión social relacionada con la etnia o racismo.
- Sufrir depresión.
- Sufrir una enfermedad mental.
- Consumo de alcohol, drogas u otras sustancias.
- Sufrir problemas de conducta.
- Tener fácil acceso a armas.
- Sufrir o haber sufrido bullying o ciberbullying.
- Haber sufrido una perdida cercana.
Ahora bien, ¿Cómo detecto la ideación suicida? ¿Cómo puedo saber si alguien tiene pensado hacer algo así? No te preocupes, pues ahora hablaremos de las señales de alarma.
¿Qué son exactamente las señales de alarma? Las señales de alarma son avisos o indicaciones que da aquella persona que está en riesgo de suicidio, de forma consciente e inconsciente, que nos puede estar indicando o informando de que existe dicho riesgo.
Estas señales de alarma son varias, empecemos por entender que la presencia de la ideación suicida crea cambios conductuales, así que es posible empezar a percibir cambios en los horarios de sueño, la alimentación o en el carácter. También cuando hablamos de jóvenes en edad escolar, se va a percibir un descenso en el rendimiento académico y la actividad física, en conjunto a la realización de actividades de las que anteriormente disfrutaba.
La percepción de un problema sin solución puede generar aislamiento, pasando un tiempo excesivo en su habitación y sin contacto con iguales. La presencia de consumo de drogas, intentos previos de suicidio o autolesiones deben activar todas las alarmas, aún más si empieza a regalar objetos personales de valor.
En conclusión; el suicidio es un tema tabú, del que poco a poco estamos empezando a hablar. Cuanta más información tengamos, más eficientemente podremos hacer frente a esta realidad.
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